la fortaleza gallega que el agua esconde
Es una de esas imágenes que impresionan casi más por lo que evoca que por la visión en sí. Inmerso bajo las aguas del embalse de Belesar, en el ayuntamiento de Lugo, Chantada, se encuentra el Castro Candaz. Hoy es un conjunto de piedras, pero su silueta permite imaginar perfectamente lo que era en su momento. Esa es la clave. Imaginar. Un lugar lleno de historia y leyendas que cobra especial valor dado que no siempre es visitable.
Se trata de una antigua ciudad fortificada fundada en la época romana por el cónsul Lucio Cambero, quien decidió retirarse allí tras su derrota frente a las tribus locales, a las que sus soldados no pudieron derrotar. Fervientes defensores de una tierra fuerte también.
Los motivos de la elección del cónsul de establecerse aquí son fáciles de adivinar, estaba en una posición privilegiada, con un único -y pequeño- camino terrestre que permitía controlar bien el acceso y mantener la seguridad de sus habitantes, que probablemente se habían ganado algunos enemigos.
Fundada en época romana, fue una fortaleza en la Edad Media.
En la Edad Media se convirtió en una fortaleza que, una vez más, aprovechó su situación estratégica para erigirse como punto defensivo.
Fue durante las revueltas Irmandiñas, en el siglo XV, cuando se derrumbó, aunque posteriormente fue reconstruido. por el trabajo de la familia Taboada. Actualmente se conservan parte de los cimientos y muros de su estructura, mezclando los elementos de sus diferentes etapas y conservando la esencia de cada una de ellas, al menos históricamente.
Caminar a través de estas paredes es en parte un paseo por el camino de los recuerdos. Un paseo que han reflejado a la perfección Sergio y Daya, que están detrás de @galidrone. Estos dos «viajeros gallegos» crean contenidos a través de sus redes sociales relacionados con lo que llaman «turismo real y sostenible», para mostrar al mundo lugares especiales como este Castro Candaz.
Pasajes secretos, tesoros escondidos y leyendas llenas de misterio
¿Qué sería de la historia sin la leyenda? El Candaz, como era de esperar, también conserva lo suyo. Pasajes secretos, tesoros escondidos de su pasado romano o secretos de la época en la que sus murallas habrían evitado los ataques vikingos, todo ello se encuentra hoy sumergido bajo el agua, dándole un aura de misterio aún mayor.
Su ubicación en el corazón de la Ribeira Sacra y este enigma adicional que significa que no siempre es visible, aumenta aún más tu interés. Mucha gente desconoce por completo su existencia y cada vez son más los que se animan a venir y aprender más. Por supuesto, cuando puedas.
En los últimos días apareció tras dos años sin éxito. El acceso hay que hacerlo a pie, dejar el coche y pasear entre viñedos hasta llegar a este tesoro histórico que la naturaleza decide cuando nos permite verlo. Para recorrerlo, el depósito debe estar como máximo al 25% de su capacidad.
No decidimos nosotros, no en este caso. Aunque fue la mano del hombre la que creó este embalse por el que hubo que sumergir varios pueblos. ¿Las razones? Un bien común para el que el agua de la presa es imprescindible en muchos sentidos pero que, sin duda, resulta difícil para quienes han visto sumergida su memoria.
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