La morosidad de los hogares bajó un 24% durante el periodo de subida de tipos de interés del BCE
Al contrario de lo que ha sido habitual en otros periodos de endurecimiento de la política monetaria, los impagos de los créditos bancarios no han aumentado en los últimos tres años pese a la inéditamente rápida y voluminosa subida de los tipos de interés oficiales con que el Banco Central Europeo (BCE) trató de frenar la espiral inflacionista provocada por el fin de la pandemia y la guerra de Ucrania. Muy al contrario, el saldo de préstamos morosos de los hogares españoles bajó en 6.062 millones de euros y un 24,4% durante dicho periodo, hasta caer al cierre de septiembre a 18.789 millones de euros, según datos recientes del Banco de España. La tasa de morosidad de las familias, así, está en 2,97%, el mismo nivel que a finales de 2022, cuando alcanzó la cota más baja desde el estallido de la burbuja inmobiliaria al cierre de 2008.
[–>[–>[–>[–>[–>[–>[–>La autoridad monetaria comenzó a endurecer las condiciones financieras de la unión monetaria en diciembre de 2021, al anunciar que iba a comenzar a reducir sus compras de deuda pública y privada con el objetivo de embridar la alta inflación, que en un primer momento había juzgado como un episodio pasajero. El plato fuerte llegó entre julio de 2022 y septiembre de 2023, cuando aprobó diez subidas de los tipos de interés consecutivas de un total de 4,5 puntos porcentuales en el ciclo de incrementos del precio del dinero en la zona euro más rápido y abrupto desde su creación en 1999. No fue hasta el pasado junio que el BCE comenzó la desescalada con un primer recorte de tipos al que han seguido otros tres. En total, un punto porcentual de descenso, hasta el 3%.
[–>[–>[–>[–>Ese primer recorte tuvo lugar a mediados de junio, con lo que sus efectos no pudieron comenzarse a notar realmente hasta el tercer trimestre del año (julio-septiembre), cuyos datos acaba de publicar del Banco de España. Dichas cifras parecen confirmar que las familias han podido absorber el fuerte incremento de las cuotas de sus créditos gracias a la buena evolución del empleo. El trabajo es, en efecto, la variable fundamental: según estimaciones del organismo supervisor, los hogares que sufren una caída de más del 20% de la renta o cuyos integrantes pasan al paro dejan de abonar los créditos al consumo entre los seis y doce meses después, los recibos de los suministros básicos el año siguiente, y solo en el segundo ejercicio las cuotas de las hipotecas.
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Todos a la baja
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La morosidad de las hipotecas, así, bajó en 3.215 millones de euros y un 21% entre diciembre de 2021 y el pasado septiembre, hasta los 11.562 millones de euros, con una tasa de morosidad del 2,42%. También se redujo en la rehabilitación de viviendas (un 33%, hasta los 537 millones y una tasa del 3,55%). La reducción de los impagos en el crédito al consumo, por su parte, ha sido de 325 millones y un 6,9%, a los 4.329 millones, si bien en este caso tanto el saldo como la tasa de morosos se ha incrementado ligeramente durante el año pasado, hasta el 4,33%.
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El descenso más pronunciando, en cualquier caso, fue en el resto de préstamos a las familias, un epígrafe que incluye conceptos como la financiación de la educación, los viajes, la adquisición de valores o la compra de terrenos y fincas rústicas. La bajada de los impagos en estos créditos fue de 3.250 millones y un 57,9%, hasta los 2.360 millones.
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También el crédito empresarial ha tenido un buen desempeño: la morosidad ha disminuido en 5.711 millones y un 21%, hasta los 21.469 millones y una tasa de impagos del 3,97%. Fruto de todo ello, la morosidad total del sector privado se situó en el 3,41% en octubre (ese dato va más adelantado que el desglosado por componentes). Se trata de su nivel más bajo desde el 3,37% de diciembre de 2008.
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Buenas perspectivas
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La suavización de la política monetaria y las buenas perspectivas de la economía y el empleo hacen pensar al Banco de España que el buen comportamiento de los impagos proseguirá, al tiempo que detecta señales de que el flujo de los préstamos se está recuperando. «El crédito proporcionado por el sector bancario español se ha mostrado resiliente durante el ciclo de endurecimiento monetario comenzado en 2022. A ello ha contribuido el buen comportamiento del empleo y la renta bruta disponible de los hogares y la buena evolución de los resultados de las empresas no financieras españolas (…) De cara al futuro, la moderación de tipos de interés junto con un crecimiento económico robusto, contribuirían a mantener y mejorar la calidad del crédito», apuntó en una reciente conferencia la subgobernadora, Soledad Núñez.
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A modo de ejemplo, el tipo medio de la cartera hipotecaria subió con fuerza del 1,1% de diciembre de 2021 al 3,71% del pasado febrero, pero desde entonces ha bajado hasta el 3,41% de noviembre. A medida que el BCE siga recortando los tipos y dichas bajadas se trasladen a las cuotas de los créditos que vaya tocando revisar, los hogares irán sintiendo cada vez más ese alivio en sus finanzas domésticas, reduciéndose el riesgo de impago. Paralelamente, el tipo medio de las nuevas hipotecas pasó del 1,38% en diciembre de 2021 al 3,93% en agosto de 2023, pero desde entonces ha bajado al 3,04% de noviembre. Previsiblemente lo seguirá haciendo, lo que puede animar a los hogares a endeudarse.
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