La que ha liado la miss
Asturias ha encontrado por fin su gran infraestructura del siglo XXI: el corredor del cotilleo digital. Ni AVE, ni soterramientos, ni planes de vías, ni túneles de Pajares. Lo que de verdad concita el interés de esta tierra pende de un hilo y ese hilo es de Instagram: la conversación del presidente del Principado con una antigua Miss Asturias, citada en la causa de Koldo por sus devaneos con el Tenorio Ábalos.
[–>[–>[–>Adrián Barbón, tuitero confeso, redero impenitente, quiso ser cordial con Claudia Montes, colocada a dedo en una empresa de Renfe, y acabó cayendo en las redes de la polémica, como suele pasar cuando se abusa de los caladeros de internet. Si vives en la nube, de todo queda huella digital.
[–> [–>[–>Por si fuera escaso argumento para el sainete, aparece en escena un exdirector general de Logirail. Si Barbón sorteó a la miss escapando hábilmente por la tangente, este otro cayó de bruces en el pantallazo, sin filtros. En todo el país no se habla de otra cosa, hasta en las tertulias del corazón. Enhorabuena al ministro Puente: el ferrocarril público convertido en red social, el tren del postureo.
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La comedia viene con moraleja. Algunos políticos caen en la trampa por coger sobres; otros acaban sobrecogidos de tanto emoji y de tanto like.
[–>[–>[–>Lo que vamos conociendo de todas las tramas que afectan al PSOE es que estos tipos -y tipas- fueron a la escuela de Villarejo: graban a su madre si hace falta. Cuídense, por tanto, de expresar lo que piensen. O mejor aún, no piensen, que es lo que pretenden los que mandan.
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