Lagarde defiende el objetivo de inflación del 2% para Europa, pero de manera más flexible que en el pasado
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, reivindicó este lunes en Sintra el papel de la institución para mantener la estabilidad económica y el objetivo del 2% de inflación como «referencia flexible» para lograr esos objetivos. Para Lagarde, el entorno económico ha cambiado drásticamente en los últimos 20 años y ha hecho necesario un cambio en los mecanismos y herramientas del BCE: «Actualmente, hay que tomar decisiones más rápido y de manera más flexible que en el pasado», ha dicho Lagarde tras la cena con motivo de la celebración del Foro del Banco Central Europeo, que se ha celebrado en la población portuguesa de Sintra.
Análisis sistemático pero adaptables
Para Lagarde, es fundamental que el BCE mantenga sus mecanismos y análisis sistemáticos, «pero adaptados al contexto cambiante y lleno de incertidumbres». En cualquier caso, el BCE mantiene el denominado objetivo simétrico de inflación del 2% a medio plazo, referencia que le sirve tanto si la inflación sube mucho, como si baja demasiado, incluso, con compras de deuda en caso necesario. El automandato de contribuir a mantener la inflación en torno al 2% sigue vigente, como uno de esos axiomas que pese a ser en principio aparentemente arbitrarios contribuye a la ansiada estabilidad económica que favorece tanto el crecimiento como la redistribución de la riqueza.
El 2% simétrico
«La simetría requiere una respuesta de política monetaria adecuadamente enérgica o persistente frente a desviaciones amplias y sostenidas de la inflación respecto del objetivo en cualquier dirección», según mantiene el BCE. Lagarde considera que el objetivo del 2% «es perfectamente válido ahora». Lagarde destaca que el entorno actual es «cada vez más incierto» y por ello el BCE debe «tener que estar alerta a los cambios en el sistema financiero con análisis sensibles al contexto».
Desviaciones indeseadas
El BCE estableció hace cuatro años un objetivo de inflación simétrico del 2% a medio plazo, por lo que las desviaciones positivas o negativas respecto de ese objetivo son igual de indeseadas. El economista jefe de la entidad, Philip Lane, reconoció en Sintra que «cuando la inflación bajó del 2% hace 10 años, al BCE le llevó bastante tiempo ver si era una desviación duradera». Al final, el Consejo de Gobierno aprobó las compras de deuda de la zona del euro.
Múltiples medidas del BCE
El principal instrumento de política monetaria del BCE sigue siendo la fijación de los tipos de interés oficiales. Pero el BCE también puede utilizar otras medidas como dar a los bancos liquidez a plazo muy largo, comprar deuda, los tipos de interés negativos y las indicaciones sobre la orientación futura de la política monetaria. La generación de dinero es el gran instrumento para animar el crecimiento o restringir el crecimiento de la inflación.
Más agilidad que en el pasado
La elección, diseño y aplicación de estos instrumentos permiten al BCE una respuesta más ágil que en años pasados. El objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro. Pero, añade, también apoya los objetivos de las políticas económicas generales de la Unión Europea (UE), que incluyen un crecimiento económico equilibrado, una economía social de mercado competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente.
Incertidumbre e inteligencia artificial
El BCE considera que ahora el entorno de inflación es más incierto debido a «la fragmentación geopolítica y económica». Otros factores también influyen en la inflación como el uso creciente de la inteligencia artificial, el cambio demográfico y el cambio climático. El BCE seguirá usando el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) para lograr su objetivo de estabilidad de precios. Sin embargo, considera que la inclusión en el IAPC de los costes relacionados con la vivienda en propiedad representaría mejor la tasa de inflación relevante para los hogares, según una de las conclusiones de este encuentro de Sintra. La primera reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno en la que se aplicará la estrategia actualizada se celebrará el 23 y 24 de julio de 2025. El Consejo de Gobierno prevé realizar la siguiente evaluación en 2030.
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