Los búnkeres que guardan el ‘cerebro’ que controla la gasolina que se mueve por toda España
Es el epicentro del negocio de los carburantes en España. El centro de mando desde donde se controla segundo a segundo casi todo el combustible que se mueve en el país. El gigante español Exolum, el mayor grupo europeo en el negocio del transporte y el almacenamiento de hidrocarburos, gestiona y vigila millones de litros de carburantes casi en continuo movimiento desde un doble gran centro de control que es el cerebro y el corazón de toda su operativa.
[–>[–>[–>A las afueras de las afueras de Madrid, cerca del aeropuerto de Barajas, y empotradas entre decenas de enormes tanques del mayor almacén de hidrocarburos del país, están las dos salas repletas de pantallas -y situadas a pocos metros una de otra- desde donde se gestionan de manera permanente y en tiempo real la carga, descarga y la circulación de la inmensa mayoría de la gasolina, el gasóleo o el queroseno que se produce o se consume en España.
[–> [–>[–>Un centro de control se encarga de pilotar los más de 4.000 kilómetros de oleoductos de Exolum y los 100.000 metros cúbicos de carburantes (el equivalente a la capacidad de 40 piscinas olímpicas) que circulan por ellos cada día. Y el otro centro supervisa la operativa de una cuarentena de almacenes y de instalaciones estratégicas por todo el país.
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Dos búnkeres de control independientes, pero que cubren la vigilancia de toda la malla de emplazamientos y todas las fases de los movimientos desde las refinerías que producen los combustibles o las terminales de los puertos a los que llega el producto importado hasta los almacenes y posteriormente su traslado para abastecer a sectores críticos como la aviación, la automoción o el transporte pesado.
[–>[–>[–>El centro de control de oleoductos cuenta con un gemelo que refuerza aún más la seguridad al garantizar que el sistema seguirá funcionando en caso de fallo, y que entra en funcionamiento en caso de emergencia. Y el centro de control de instalaciones puede ceder el mando a cada una de los almacenes repartidos por todo el país en caso de avería (como sucedió el día del gran apagón eléctrico del pasado abril).
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“El centro de control de oleoductos opera como el cerebro de la red logística de productos petrolíferos y biocombustibles. Desde esta sala, especializada y altamente tecnificada, su supervisa programa y controla el transporte del flujo que circula por los oleoductos”, apuntan desde Exolum. Una supervisión en tiempo real y que requiere de precisión para hacer posible una particularidad de la explotación de los oleoductos que hace la compañía española, por disponer de un sistema tecnológico más avanzado que sus rivales. Todos los diferentes tipos de combustibles circulan por la misma tubería sin ninguna separación física, así que es necesario un control absoluto de las secuencias (batchtracking) en que se inyectan y se transportan cada uno de los carburantes para hacer una extracción correcta.
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[–>Imagen aérea del almacén de Exolum en Torrejón y sus salas de control. / Google Earth
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Aemás de los 4.000 kilómetros de oleoductos, Exolum opera 39 terminales de almacenamiento y 37 instalaciones aeroportuarias en España. El centro de control de instalaciones opera de forma remota y centralizada la mayoría de almacenes y ejerce la coordinación de las pocas instalaciones que operan de manera local. Desde la sala de control se monitoriza las cargas y descargas en los emplezamientos y en los camiones cisterna o buques (la compañía también traslada carburantes en dos barcos petroleros). “El centro de control de instalaciones es un pilar esencial en el modelo operativo de Exolum. Su capacidad de supervisión remota, unido a la digitalización integral de los procesos, permite una operación estandarizada, segura y eficiente”, presumen desde el grupo.
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Un modelo único
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Exolum -antigua Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y, aún antes, el antigupo monopolio estatal Campsa- presume de operar en España con un modelo único en el mundo. El grupo, hoy controlado por fondos de inversión y grupos financieros internacionales, ofrece un modelo diferencial con un servicio integrado tanto del transporte de los hidrocarburos como de su gran almacenamiento. Actividades que se desarrollan de manera separada y por diferentes empresas en otros países, pero que Exolum articula conjuntamente en España a modo de servicio ‘todo incluido’ a sus grandes clientes.
[–>[–>[–>Un modelo único, con esa integración de los negocios de transporte y almacenamiento, que se apuntala gracias a dos aspectos también diferenciales. Por un lado, un modelo de gestión de las entradas y salidas de hidrocarburos que hace funcionar todo el sistema como si fuera un solo almacén gigantesco.
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“Somos como un banco, en el que se ingresa dinero en una sucursal y se puede sacar en otra sin que viajen los billetes”, explica Jorge Guillén, director de todos los negocios de Exolum en España. Todo el combustible que una compañía produce o trae a España puede inyectarla en un almacén de Exolum y es como si lo metiera en una hucha común, porque esa empresa puede sacar esa misma cantidad de producto de manera inmediata en cualquier otro punto del país. Todas las instalaciones de Exolum funcionan como un depósito único. “Las compañías pueden disponer del producto de manera instantánea en otra parte de España. No tienen que esperar al movimiento físico del combustible”, subraya Guillén.
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Y por otro lado, otro factor relevante del negocio de Exolum es que distribuye exactamente el mismo combustible a todos los clientes de manera indiferenciada. Todas las petroleras reciben el mismo producto (gasolina, diésel, biocombustibles, queroseno…) y luego cada una de ellas inyectan sus aditivos específicos o le encargan a Exolum que lo haga en la última fase del traslado, casi en el propio camión cisterna, para comercializarlos en sus gasolineras como un producto propio.
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