Parece casi un milagro cómo sucede Angustias Gomez en la salida de la Barcelona Women’s Race. En silla de ruedasdonde pasa la mayor parte de su vida diaria con casi 93 años, cumplirá 93 en un mes. Una vez en la línea de salida de esta carrera que reúne a 36.000 mujeres en busca de su empoderamiento, se levanta de su silla para comenzar a recorrer los 7,8 kilómetros del recorrido.

“Me apuntaron mis nietas” y ella dijo, ¿por qué no? Y fue allí donde se animó a hacer su primera carrera a los 92 años. Ayudado por su bastón y su ocho nietas y otras ocho bisnietas que le acompañan en sus paseos por las calles de Barcelona. De vez en cuando se cansa y vuelve a la silla de ruedas, pero eso no le impide sonreír mientras todos lo aplauden. “Vamos, abuela”, escucha un grito de aliento de una de sus nietas.

«Nunca había visto tanta gente junta».

La marea rosa que inunda de Angustias las calles de Barcelona es la mayor concentración de gente donde dice no haber estado nunca la nonagenaria, que tras llegar a meta es reconocida como la mujer mayor que se graduó. Al subir al escenario reconoce que «Estoy feliz y muy contenta…Me gustó y no estoy cansada ni nada.«, en medio de las risas de la multitud presente.

Anima a personas como ella a hacer ejercicio, porque nunca es demasiado tarde para empezar algo, incluso a los 92 años. “Si vengo el año que viene, si Dios quiere, volveré también”, reconoce Angustias quien, aunque un poco tarde en la vida, le tomó gusto a las carreras popularesquien anima a todos a seguir su ejemplo.

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