«Oh, mi guapo»‘La Chunga’ exclamó. Siempre tuvo esa expresión en la punta de la lengua. Micaela Flores Amaya, mejor conocida como ‘La Chunga’Falleció el pasado 3 de enero a los 87 años en Madrid a consecuencia de un cáncer de pulmón.

Como homenaje a uno de los artistas más emblemáticos del flamenco, LOS ESPAÑOLES ha decidido honrar su memoria con la publicación de una breve entrevista exclusiva realizada al autor de estas líneas.

Siempre cariñosa y directa, lo primero que dice es que ««Como la pensión es muy justa, me pagan y no tienes por qué enojarte».. No hay ira. ‘La Chunga’ especifica que lo hace si tiene que maquillarse y posar en casa, pero no es así. Habla de Lola Flores y, sobre todo, de uno de los aspectos más desconocidos de su biografía, como es su periplo en Hollywood.

¿Cómo describirías a Lola?

Era divina, muy humana, la valoré mucho, valía la pena comérsela entera. No habrá dos como ella, ni habrá dos Carmen Amaya (su prima).

Seguro que Lola y Carmen se llevaban bien.

Lola estaba enamorada del baile de Carmen. Le encantó. Se llevaban bien. No recuerdo casi nada porque cuando Carmen trabajaba yo era pequeña y vivía en el Cuartel de Barcelona.

¿Recuerdas cuando trabajaste con ella?

¡Claro! Lina Morgan nos contrató para su teatro. Su hermana Carmen cantó primera, yo segunda y ella última. En el camerino él estaba frente al espejo, en una silla muy alta y yo a su lado. Esos nervios que tenía en el trabajo eran tantos, tan… que no parecía ella misma. Fuera del escenario estaba tranquilo. En los últimos tiempos habíamos hablado poco porque ella estaba con su gente y yo con la mía.

¿Qué le dijo en la intimidad del vestuario?

Siempre me dijo que hubiera sido muy feliz si me hubiera casado con una gitana. Esto es realmente nuevo (risas), nadie lo sabe. Y luego lo besé en el hombro.

¿Qué sueles hacer en casa?
Veo muchas películas antiguas. Ahora estaba viendo El balcón de la luna en La 1 con Paquita Rico, Carmen Sevilla y Lola Flores.

¿Te gustan los programas de hoy?

Si no enseñas, y perdón por las palabras, tu culo y tus tetas no te pagan. Y como soy gitana no voy allí. Me he perdido muchas películas en Hollywood porque había escenas de cama y de besos.. Por mis hijos dije que no. Me he perdido varias películas que no ves. Pero estoy feliz soy feliz con quien soy.

¿Quién quería llevarlo a Hollywood?

Robert Taylor y Dorothy Malone. La chica y el director (Richard Thorpe) vinieron a verme a un tablao flamenco y se enamoró de mi baile. Mientras filmaba en Hollywood tuve que besar a un puertorriqueño y le dije que no.. Cuando estoy bailando, Robert le dice a su esposa: “mira, es La Chunga” y lo que hago es tocarle la cara a mi esposo o novio o no sé qué era y sigo bailando. Ya dije que la cama, los besos y los abrazos no lo son. era un bebe.

¿Cómo era Robert Taylor de cerca?

Era un gran tipo, de cara alargada y guapo, increíblemente guapo. Pero él no me jaló. El que me gustó fue Johnny.

¿Johnny?

Cuando me contrataron, en lugar de decirle al director cuántos perros iba a ganar, le dije: «Quiero ver a Johnny, Johny Ford, ¿es posible?». Y como no me entendía, la chica española que estaba conmigo tuvo que traducirlo. «Te lo prometo, lo primero que verás en Hollywood es a Johnny», me dijo. Me gustó el Johnny que vimos en la película cuando abofeteó a Gilda.. Con los gitanos que vivían en el cuartel fuimos a verla y nos volvimos locos con ese tipo. (La Chunga había mezclado el nombre del personaje con el apellido del actor de la película La Gilda, que era Glenn Ford. Nada que ver con el legendario director de cine del oeste John Ford).

¿Y se lo presentaste?

Sí, cumplió. Estuve como media hora con la boca abierta estrechándole la mano.. Como él solo hablaba inglés y yo solo español, solo nos miramos a los ojos (risas).

¿Cuánto tiempo estuviste en Hollywood?

Sólo hice esa película (Apuesta al jinete, 1957). Tuve que hacer otras con escenas de cama y besos, pero no acepté, regresé a México. Mira lo que me dieron en Hollywood, un gitano que vivía en el cuartel de Barcelona al que le pusieron una casa con un jardín, unas palmeras y una piscina por la que morirías. Estaba loco. Y entonces vino una chica negra a limpiar mi apartamento.

¿Qué otras celebridades conociste?

A muy poca gente ya que siempre estuve acompañada. Me contrataron para hacer ese baile en la película, no querían que me viera más gente por si me tomaban fotos y eso no les convenía.

Volviendo a los programas de televisión, ¿no te han llamado para ir a uno con todo lo vivido?

Estoy enojado porque no me llaman para un programa de televisión o para hacer un reportaje para una revista. Ahí están, lo llevaré a la tumba.. Cuando muera, lo tomaré. Hubo un periodista que me dijo que La 1 quería hacer un programa sobre mi vida, me pareció fenomenal, estuvimos varios meses hablando de ese documental y luego me llamó. No recuerdo su nombre, estaba en Palma de Mallorca, y me dijo que había conseguido la película pero con una condición. Entonces ya morí. Me dijo que tenía que firmar un contrato por el cual la televisión podía hacer lo que quisiera con las imágenes. Dije que no. Que bailaba y hablaba, nada más. Me dieron 15.000 euros y no lo hice. ¡Qué poca vergüenza! No me importa, estoy orgulloso de quién soy, pero habría muerto de vergüenza por mis hijos.. Otros también querían que escribiera un libro sobre mi vida, que luego firmaría en El Corte Inglés para venderlo y les respondí: «Mira, quiero unos millones con un diez por ciento de cada libro». Y no se hizo. Si hubiera hecho algo que no es normal para mí, habría muerto y quiero hacerlo con calma.

Antes de despedirse recuerda que “aunque nací en Marsella, crecí en Barcelona. Mis padres están enterrados en Santa Coloma de Gramanet. Mi hermano vive en Barcelona y cada verano nos reunimos todas las hermanas, Montse, Carmen, Loren y yo para pasar unos días con él. Es muy simpático y muy cariñoso.. Y mira que tiene los ojos verdes como mis hermanas Montse y Carmen, que son increíblemente guapas. Están casados ​​con gitanos, payos…