El Tribunal Supremo ha condenado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a dos años de inhabilitación por revelar datos confidenciales, una multa de 7.200 euros y una indemnización a González Amador, pareja de Ayuso, de otros 10.000.

Aunque el fallo fue votado el jueves y notificado a los partidos, La sentencia aún no ha sido publicada.por lo que no se sabe si ha sido condenado por filtrar el correo electrónico en el que el abogado de González Amador reconoció la dos delitos fiscales o por el comunicado de prensa que posteriormente se emitió a la Fiscalía. O incluso ambos. Estas son las certezas sobre este fallo del Tribunal Supremo, las preguntas y las respuestas.

¿Por qué se condena al fiscal general?

El Tribunal Supremo lo condena por un delito de divulgación de datos reservados. En concreto, por difundir información sobre Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso. Los argumentos jurídicos los conoceremos en los próximos días, cuando se redacte la sentencia.

¿Cuál es la sentencia?

Le inhabilitan durante dos años como Fiscal General del Estado, le imponen una multa de 7.200 euros e indemnizan a González Amador con 10.000 euros por daño moral. Además, deberá pagar los costos del proceso.

¿Cómo se inicia el proceso contra el fiscal general?

Todo empieza en 2022, con un procedimiento contra González Amador. La Agencia Tributaria detecta que ha generado Facturas falsas para ahorrar más de 350.000 euros del Impuesto sobre Sociedades para los años 2020 y 2021. Se le acusa de defraudación por doble imposición justo antes de comprar un ático valorado en 1,2 millones de euros.

Entonces, González Amador intenta llegar a un acuerdo con Hacienda. Este acuerdo es filtrado y publicado en un medio de comunicación, que luego contacta con Miguel Ángel Rodríguez. Ahí empieza el engaño contra el fiscal general.

¿Cuál fue el engaño de Miguel Ángel Rodríguez?

El jefe de gabinete de Ayuso le da la vuelta a la historia y difundió que es la Fiscalía la que había ofrecido un acuerdo a González Amador, aunque fue al revés. Además, sostiene que la Fiscalía lo había retirado «por órdenes de arriba».

Por otro lado, cuando salió a la luz la verdad, que fue González Amador quien intentó llegar a un acuerdo con Hacienda confesando los dos delitos fiscales, MAR. Admitió que no tenía pruebas.. «No, no tengo ninguna fuente. No soy un notario que necesite un certificado», llegó a decir ante el juez Miguel Ángel Rodríguez.

Es entonces cuando el fiscal general ordena un comunicado de prensa para aclarar, dice, tan grave acusación contra los fiscales.

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