Tener una microbiota desequilibrada hoy puede desembocar en párkinson o alzhéimer

Los miles de millones de microorganismos que componen la microbiota humana coexisten e interactúan en diferentes áreas del cuerpo, creando un ecosistema dinámico que juega un papel clave en nuestra salud. Esta red, compuesta por bacterias, virus, arqueas y hongos, no sólo mantiene el equilibrio del sistema … digestivo, pero también influye en el sistema inmunológico, el metabolismo y la salud de la piel y el tracto genital.
Además, cada vez más estudios científicos demuestran su vínculo con el bienestar emocional y mental, ya que se relaciona con trastornos como la depresión, la ansiedad o los trastornos alimentarios.
el doctor Isabel BustamanteEspecialista en neurología y experto de la unidad de microbiota del centro médico-quirúrgico Olimpia Quirónsalud (Madrid), explica en este sentido que, si presentamos disbiosis o una alteración de nuestra microbiota, podemos desarrollar muchas patologías, como la diabetes tipo 2 o el síndrome del intestino irritable.
“Muchas de nuestras bacterias a nivel intestinal participan en funciones de regulación de la glucosa”, por lo que si nuestra microbiota intestinal sufre una alteración, “puede producirse una inflamación que da lugar a resistencia a la insulina y favorece a largo plazo la aparición de diabetes tipo 2», comenta el Dr. Bustamante. Asimismo, el médico señala que esta alteración de las bacterias puede provocar otros síntomas, como hinchazón, gases o alteraciones en el tránsito intestinal que, con el tiempo, podrían derivar en diversas enfermedades como síndrome intestino irritable.
Además, el experto señala que cada vez hay más datos que demuestran que la inflamación provocada por alteraciones en la microbiota también afecta al sistema inmunológico, provocando Enfermedades autoinmunes en pacientes genéticamente predispuestos.como serian esclerosis múltiple ola tiroiditis de Hashimotoo empeorar una situación de referencia anterior.
Eje intestino-cerebro
El Dr. Bustamante también destaca la estrecha relación entre un desequilibrio en la microbiota y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer. Según él, a nuestro intestino se le suele llamar el “segundo cerebro”, hasta el punto de que contiene una vasta red de entre 100 y 200 millones de neuronas. Por ello, destaca que “cada vez son más los estudios que demuestran la relación entre las alteraciones de la microbiota y la aparición de este tipo de enfermedades años después”.
Exacto, el doctor Débora nuevaEspecialista en medicina interna y jefe de la unidad de microbiota del Centro Médico Quirúrgico Olimpia Quirónsalud, destaca que “hasta el 70% de las células del sistema inmunológico se encuentran en el intestino y están en una relación muy estrecha con la microbiota, influyendo en el metabolismo y ayudando al buen funcionamiento de los procedimientos de defensa”.
Enfermedades digestivas y de la piel.
“Los miles de millones de microorganismos diferentes que componen la microbiota interactúan en diferentes partes del cuerpo, colaborando entre sí y produciendo diferentes beneficios que contribuyen significativamente tanto a la salud de la piel como al bienestar del sistema digestivo y genital, entre otros”, explica el Dr. Nuevo.
En este sentido, la doctora Débora Nuevo sostiene que actuar sobre nuestra microbiota es una de las formas más efectivas para prevenir y tratar, entre otras, enfermedades hepáticas como el hígado graso. «Casi todas las patologías digestivas (enfermedades inflamatorias intestinales, gastritis, diverticulitis, etc.) pueden mejorar si recuperamos la salud de la microbiota. Otras, como el estreñimiento y la diarrea, también pueden ser consecuencia de un desequilibrio en la microbiota», añade.
Además, el doctor Nuevo señala que por cada centímetro de piel sana, existen 1 millón de bacterias, que forman parte de la microbiota presente en nuestra piel, y que nos defienden de infecciones, controlan la inflamación y el desarrollo de tumores en la piel, con efectos antioxidantes y antienvejecimiento.
Precisamente, aparece aquí que existen estudios científicos que atestiguan que el uso de probióticos y prebióticos juega un papel fundamental en las enfermedades de la piel y especialmente en patologías inflamatorias, como la dermatitis, por ejemplo.
«O el acné, que está directamente relacionado con una bacteria llamada ‘ácidos cutibacteriun’, y de la que nos protege nuestra microbiota sana. Por eso ciertos probióticos constituyen una parte importante del tratamiento», subraya el jefe de la unidad de microbiota del Centro Médico Quirúrgico Olimpia Quirónsalud.
Mientras tanto, en pacientes con rosácea, por ejemplo, el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es 13 veces más común. «El tratamiento del SIBO reduce el daño de la rosácea», dice el Dr. Nuevo.
La microbiota vaginal
Pero una microbiota vaginal sana también protege contra las infecciones vaginales, entre otras, que frecuentemente son causadas por el crecimiento excesivo de un hongo llamado “Candida albicans”. “Asimismo, una alteración de su equilibrio puede favorecer la proliferación de ‘Fusobacterium’, una bacteria ligada a la endometriosis”, advierte el especialista.
Según el doctor Nuevo, una cantidad adecuada de lactobacilos (principales bacterias de la flora vaginal que actúan como escudo contra patógenos) puede reducir el riesgo de infección por VPH (virus del papiloma humano), patología que, a su vez, está ligada al cáncer de cuello uterino. “Además, el equilibrio de esta microbiota es fundamental para la fertilidad y el buen desarrollo del embarazo”, reconoce la especialista del Centro Médico Quirúrgico Olimpia Quirónsalud.
Consejos para mantener una microbiota sana y equilibrada
Con esto, la Dra. Isabel Bustamante detalla qué podemos hacer para mantener una microbiota sana y equilibrada:
Alimentación saludable.
Haz algo de ejercicio físico.
Control del estrés.
Buenas noches de descanso.
A su vez, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) destaca que para mantener una buena microbiota intestinal es necesario evitar el estrés y mantener una dieta variada.
“Una microbiota intestinal sana cumple funciones muy importantes como metabolizar compuestos que no podemos digerir, sintetizar vitaminas y ácidos grasos y ayudarnos a absorber minerales esenciales para nuestra salud. Además, nos protege contra patógenos y toxinas externos”, concluye el Dr. Nuevo.
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