tercero a milésimas de Verstappen y pole para Norris
La inundación que afectó al circuito urbano de Las Vegas El sábado por la mañana transformó la clasificación de gran premio en una batalla real.
Si bien la mayoría de los favoritos naufragaron entre hidroplaneo y la falta de visibilidad, un Carlos Sainz brillante se estableció como el mejor de los demás al lograr plantar su williams en tercera posición de la parrilla, justo detrás de los dos grandes aspirantes al título: Lando Norris Y Max Verstappen.
La hazaña del madrileño también fernando alonso logró su particular milagro al clasificarse séptimo- adquiere dimensiones épicas cuando analizamos el contexto. Williams no es exactamente un equipo creado para dominar bajo la lluvia, y el equipo mismo Tour del Strip de Las Vegas Ya había sido catalogado por los pilotos como “el más resbaladizo del calendario”, incluso en suelo seco.
Sumarle agua a esta ecuación convirtió la sesión en una lotería de proporciones gigantescas. Sin embargo, Sainz no sólo sobrevivió al caos, sino que lo aprovechó con maestría.
«Al final Fue un ranking muy complicado.. “No esperaba grandes cosas porque durante el FP3, en mojado, no fuimos muy rápidos”, admitió el español tras la sesión.
Los ajustes aplicados al coche funcionaron de inmediato: “Desde la primera vuelta, cuando pusimos el neumático extremo, cada vez que crucé la meta estaba en primera posición y eso me dio mucha confianza.
Ha llegado el momento más decisivo T3, cuando Sainz completó sin error su última vuelta rápida y cruzó la meta convencido de haber conseguido algo extraordinario. «Pensé que era pole, sinceramente.cuando cruce la meta”, admitió con una sonrisa amarga.
Sólo cuando se dio cuenta de que Norris y Verstappen aún no habían completado sus intentos comprendió que, a pesar de su brillantez, tendría que conformarse con el tercer puesto. «Todavía estaban estos dos que deberían haberte vencido en condiciones normales. Así que estoy muy feliz, muy feliz con el día de hoy».
Hamilton largará último
El desafío al que se enfrentaba era enorme. La sesión comenzó bajo una lluvia torrencial que obligó a la mayoría de los equipos a ajustar su estrategia de neumáticos. Sainz navegó entre constantes banderas amarillas, visibilidad prácticamente nula bajo las franjas de luces artificiales y una carretera donde la aquaplaning se ha convertido en una amenaza permanente.
Algunos, como Lewis Hamilton Estaban completamente descolocados y acabaron eliminados en el primer cuarto. Otros, como su pareja Alex Albón, Cometieron errores fatales que arruinaron sus aspiraciones.
Sainz, por su parte, mantuvo la concentración y la compostura. Incluso cuando hizo un trompo en la curva cinco durante la Q1, pudo reincorporarse rápidamente para minimizar el impacto de su error, aunque los comisarios investigaron más tarde el incidente por una posible vuelta peligrosa por delante de Lance Stroll.
Al final no hubo sanción. “Sabía que todos los que venían detrás de mí no podían empujar porque iban bajo la bandera amarilla por mi culpa y lo único que intentaba era quitarla lo más rápido posible”, justificó.
El resultado representa un triunfo colectivo para Williams, un equipo que ha luchado todo el año por mantenerse competitivo y encontró una oportunidad de oro en Las Vegas. También envía un mensaje claro al resto del sector: en condiciones extremas, el talento del piloto sigue siendo decisivo.
Y Carlos Sainz lo demostró anoche en Nevada que cuando las circunstancias van mal, su capacidad para aprovechar al máximo el automóvil disponible permanece intacta.
Con la carrera prevista para este domingo en seco, el desafío ahora es otro: transformar esta pole de bronce en un resultado gratificante para el campeonato. Pero la epopeya ya está escrita. En la lluviosa Las Vegas, Sainz recordó al mundo por qué sigue siendo uno de los pilotos más completos de la parrilla.
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