El sector del taxi ha vuelto a salir a las calles de Barcelona. Desde primera hora de la mañana, la capital catalana se tiñó de los tradicionales colores negro y amarillo por las principales arterias de barcelona. Un día para volver a exigir más derechos e intentar agotar el crédito a la VTC.

El portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, se ha convertido este martes en la cabeza visible de una nueva reestructuración del sector del taxi en Barcelona. Cerca de 1.800 taxistas, según EFE, han protagonizado una masiva movilización que ha colapsado el centro de la ciudad y ha puesto una clara advertencia sobre la mesa: Si la nueva Ley del Taxi no se aprueba en marzo, Comenzará una huelga indefinida. Pese a ello, la protesta no ha contado con un apoyo unánime dentro del sindicato. Varias asociaciones de taxistas, como ATC, STAC o PakTaxi, se han negado a sumarse a la convocatoria y han dado la espalda a sus compañeros.

Los motivos de la amenaza de huelga.

El objetivo de la movilización, y de la presión actual, es claro: exigir que la futura Ley del Taxi se apruebe lo antes posible y en los términos acordados. Esta normativa, tal y como afirma Lavanguardia, contempla drástica regulación de vehículos transporte con conductor (VTC), limitando su número y su funcionamiento en trayectos urbanos.

Para Álvarez, en declaraciones a EFE, las VTC operan desde hace años “como competencia desleal”, perjudicando al sector tradicional del taxi. Por este motivo, el portavoz sugiere que si el Parlamento no aprueba la nueva ley antes de marzoEl sector convocará un paro indefinido: “vamos a cortarlo todo”, declaró a los medios durante el transcurso de la manifestación de esta mañana.

Además, la protesta de este martes ha incluido una denuncia formal ante la autoridad catalana de la competencia contra las empresas VTC acusándolas de operar de manera irregular y distorsionar el mercado.

Qué implica la Ley del Taxi y por qué aterroriza a las VTC

El proyecto de ley en cuestión quiere reducir drásticamente las licencias VTC. Según EFE, en Barcelona se podría pasar de unos 900 VTC activos a sólo unos 300, mientras que Se mantendrían más de 10.000 licencias de taxi. La norma también impondría requisitos como la precontratación anticipada y revisiones continuas de las licencias de las VTC, como advirtió El País, lo que muchos perciben como un «jaque mate» a empresas como Uber o Cabify en la capital catalana.

Para Álvarez, esta regulación no es un ataque al transporte privado, sino una recuperación del equilibrio: “no les estamos negando el derecho al trabajo, sino que deben respetar las reglas”, consideró ante los medios. Si la ley prospera, El mapa de la movilidad urbana en Barcelona. podría cambiar radicalmente: menos VTC, más taxis regulados y posiblemente un servicio más homogéneo, aunque con menor flexibilidad para quienes buscan alternativas rápidas, tal y como informa El Periódico.

Una amenaza real, pero arriesgada

La declaración de intenciones de Álvarez es rotunda: fecha límite de marzo. Pero una huelga indefinida no es una decisión menor. Implica riesgos para los taxis, los usuarios, las empresas de VTC y, en definitiva, para la movilidad de toda Barcelona.

Para algunos taxistas, una huelga prolongada podría erosionar su propia clientela. Para los ciudadanos, significaría caos y daños. A nivel político y social, reavivaría el debate sobre quién debería ofrecer transporte urbano. La fractura interna en el sector Añade una variable más. Según Lavanguardia, una huelga sin consenso puede debilitar la imagen de unidad y debilitar las reivindicaciones.

Elite Taxi ha implementado una estrategia clara: llamar la atención, movilizar al sector y presionar a los líderes políticos. Con la amenaza de una huelga indefinida, ha devuelto el foco mediático a la tensión entre taxistas y VTC en Barcelona. Pero el camino a seguir no está claro. Las divisiones internas, la incertidumbre sobre la aprobación de la Ley del Taxi y las posibles consecuencias sociales y económicas hacen que todo quede en un terreno de enorme volatilidad.