Trump presiona a Irán tras el ataque de Israel, que según varios medios coordinó con Netanyahu
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pasado la mañana de viernes tratando de cimentar un mensaje público sobre los ataques de Israel a Irán sobre varios pilares: una advertencia a Teherán de que no contraataque, la propuesta de dar una nueva oportunidad a la diplomacia para acabar con el programa nuclear iraní y la amenaza de que, de no llegar a ese acuerdo, el país enfrentará ataques “incluso más brutales”.
A la vez, después de horas iniciales en que la respuesta de su gobierno fue tratar de distanciarse de la operación de Israel y de que algunos análisis interpretaran que había sido traicionado y debilitado por Binyamín Netanyahu, Trump reconoció coordinación. “Lo sabíamos todo”, dijo en unas declaraciones a Reuters, uno de los numerosos medios a los que ofreció entrevistas antes de mantener una reunión de su equipo de seguridad nacional en la Situation Room de la Casa Blanca.
En otras declaraciones, Trump tildaba el ataque de “excelente”. Anunciaba que “hay más por llegar. Mucho más”. Y con palabras como esas, o con mensajes en Truth Social, enterraba la primera reacción oficial de su Administración, que llegó en un comunicado del secretario de Estado, Marco Rubio, colgado en la web de la Casa Blanca poco después de que se conociera el ataque, en el que se aseguraba que Israel había tomado “acciones unilaterales” y que EEUU “no está involucrado”.
¿Traición o complot?
Inicialmente muchos barajaron la posibilidad de que Netanyahu hubiera actuado sin tener en cuenta el impacto negativo que el ataque a Irán podía tener sobre Trump, que siempre ha presumido de que su supuesta capacidad negociadora y su filosofía de “paz a través de la fuerza” ha impedido que bajo su mandato se inicien guerras. La nueva ronda de conversaciones con Irán estaba prevista para este domingo.
Las piezas del rompecabezas, no obstante, no acababan de encajar. Y fueron recolocándose no solo por las declaraciones del propio Trump, sino también por las que fuentes israelíes realizaron desde el anonimato a diversos medios y periodistas, explicando que Netanyahu y Trump se han coordinado “total y completamente” ante esta operación.
Según esas informaciones, Israel habría empezado a preparar el ataque el pasado octubre después de los ataques de Irán en represalia por las operaciones israelíes que mataron a líderes de Hamás, Hizbulá y la Guardia Revolucionaria. Y siguió haciéndolo una vez que Trump logró la victoria electoral.
Aunque públicamente había indicaciones de tensiones entre Trump y Netanyahu habría ido produciéndose un acercamiento entre ambos sobre qué hacer con Irán. Y aunque también en público Trump mostraba oposición o reparos a que se lanzara el ataque, según dos de las fuentes Israelis de Axios hubo coordinación.
“Teníamos una clara luz verde de EEUU”, le han dicho al portal las fuentes, que aseguran que, por ejemplo, en una llamada que mantuvieron el lunes Netanyahu y Trump lidiaron con esa coordinación, aunque Israel públicamente lanzó el mensaje de que Trump había intentado frenar a Netanyahu.
El objetivo, siempre según esas fuentes, era convencer a Irán de que el ataque no era inminente para asegurarse de que no cambiaban de ubicación objetivos en la lista de Israel, que incluían líderes militares y destacados científicos del programa nuclear. El mismo jueves por la tarde, Trump sugería que no era inminente.
Riesgos para Trump
Trump ha rechazado en una entrevista con ‘Axios’ que el ataque haya dañado su estrategia diplomática. «Quizá incluso lo contrario. Igual ahora negociarán seriamente», ha dicho sobre Irán.
El desarrollo de los acontecimientos, no obstante, incrementa no solo los riesgos militares sino también los riesgos que corre Trump.
Su coordinación con Israel representa una traición a los ideales del movimiento MAGA, que rechazan la tradición de halcones republicanos y estaban encantados cuando Trump lanzaba, como hizo en su discurso en Arabia Saudí, mensajes prometiendo que con él se había acabado el intervencionismo neoconservador.
Irán, además, ha tildado los ataques de “declaración de guerra” y ha señalado a la responsabilidad que ha tenido EEUU. Y Trump arriesga no solo no poder decir ya que es el mandatario con quien no empiezan guerras, sino verse arrastrado a una.
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