Tusk reafirma su rechazo al pacto migratorio ante Von der Leyen y anuncia deportaciones
El primer ministro polaco, Donald Tusk, se reafirmó este viernes en el endurecimiento de la política migratoria de su país y en el rechazo de Varsovia a acoger migrantes ilegales de manera forzosa. Tusk, quien ya adelantó recientemente sus críticas al pacto migratorio propuesto por Bruselas, fue muy claro al afirmar en una rueda de prensa en la ciudad de Gdansk junto a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, que «Polonia no implementará el pacto y no albergará migrantes ilegales».
Tras la reunión del colegio de comisarios europeos y Von der Leyen con Tusk y su Gobierno en le marco de la Presidencia de turno del Consejo de la UE de Polonia, el jefe del Gobierno polaco recalcó que su país «ya asume una carga significativa al albergar a casi dos millones de refugiados ucranianos». «No estamos preparados para asumir cargas adicionales», enfatizó el mandatario liberal.
Según Tusk, la reubicación de migrantes no es una solución efectiva para reducir la migración ilegal, algo que, explicó «desde el principio a la Unión Europea (UE)». Además, el líder polaco anunció que su Gobierno adoptará una política de deportación «rápida» para cualquier extranjero que cometa delitos en el país. «Adoptaremos acciones decisivas en los próximos días que reducirán la delincuencia causada por las comunidades de inmigrantes y extranjeros (ilegales) que se encuentran en Polonia», afirmó. «No quiero emplear una palabra tan brutal como ‘deportaciones’, declaró Tusk, quien prefiere la expresión ‘retornos’. «Pero desde luego adoptaremos todos los mecanismos que nos permitan tener una protección más eficaz contra la migración ilegal», enfatizó el primer ministro polaco.
La posición de Polonia ante la inmigración llega en unos momentos en los que el presidente de EEUU, Donald Trump, está utilizando tanto la inmgración ilegal como los aranceles como instrumento de negociación comercial con otros países. Se calcula que más de 8.000 mexicanos y más de 2.500 ciudadanos de otras nacionalidades han sido deportados desde EEUU durante las dos primeras semanas de Trump al frente de la Casa Blanca, según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Migración, adscrito a la Secretaría de Gobernación de las autoridades mexicanas. El organismo gubernamental ha confirmado durante una rueda de prensa celebrada en el estado fronterizo de Tamaulipas que «8.119 connacionales han sido deportados» desde territorio estadounidense desde el pasado 20 de enero, cuando el magnate fue investido nuevo presidente del país.
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