España y el Reino Unido inician una nueva etapa en su relación bilateral tras resolver el escollo de Gibraltar
El Reino Unido y España han escenificado este miércoles el inicio de una nueva etapa en su relación bilateral tras los años turbulentos del Brexit. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha recibido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Downing Street apenas tres meses después de haber cerrado el acuerdo sobre el futuro de Gibraltar, el primero en 300 años de historia y cuyo tratado supondrá la eliminación de la última verja en Europa Occidental. El pacto en esta materia, así como la voluntad de acercamiento del Gobierno laborista a la Unión Europea, han creado las condiciones idóneas para reforzar la alianza entre los dos países en materias como la economía y el comercio y también para acercar posturas en el plano internacional.
Uno de los principales objetivos del encuentro ha sido la firma de un memorando de entendimiento, un acuerdo marco entre los dos países que fija las bases de su relación no sólo en el ámbito económico y comercial, sino también en otras materias como los derechos sociales, el turismo sostenible, el cambio climático o la migración legal y la movilidad. Las dos partes se han comprometido a mantener encuentros anuales, a cargo de los ministros de Exteriores, para reforzar sus vínculos sobre la base de este memorando y para encontrar vías de acción en asuntos de interés mutuo.
«Estamos aquí para firmar un acuerdo bilateral tras todo el arduo trabajo que hemos realizado en Gibraltar, por lo que hoy es un día muy importante para mí y para mi Gobierno», ha asegurado Starmer poco después de recibir a Sánchez. «Los millones de personas que vienen de mi país al suyo, y todos los contactos comerciales, y también el contacto entre las personas, es increíble y realmente muy valioso. Tenemos mucho que discutir en materia de defensa, Ucrania y la situación mundial, la terrible situación en Gaza», ha añadido. El presidente español, por su parte, ha agradecido el trabajo del líder laborista para alcanzar un acuerdo en el Peñón y ha resaltado que los dos países están alineados en los «debates globales».
A la cita de este miércoles —el primer encuentro bilateral de este tipo entre los dos países en más de siete años— también han acudido los ministros de Economía de los dos países, Carlos Cuerpo y Rachel Reeves, así como representantes de empresas estratégicas en sectores como la defensa, las energías renovables, la ciberseguridad, las telecomunicaciones o las finanzas. Por la parte española, han asistido compañías como Telefónica, Indra, Iberdrola o Aena, mientras que la parte británica ha estado representada por IAG, las energéticas BP y SSE o la farmacéutica Haleon. El objetivo principal es potenciar una relación comercial de gran importancia para las economías de los dos países, especialmente en el ámbito del turismo, en el caso de España.
Plano internacional
La reunión se ha producido en un contexto internacional inestable, con la posibilidad de lograr un cese de las hostilidades en Ucrania y en Gaza todavía lejana. Los dos líderes han mantenido posiciones diferentes en los dos conflictos: por un lado, Starmer se ha comprometido a aumentar el gasto en seguridad y defensa hasta el 5% del PIB para hacer frente a la amenaza de Rusia —algo que Sánchez rechazó en la última cumbre de la OTAN—, mientras que el presidente español ha mantenido una postura mucho más firme en la condena de Israel por su asedio sobre Gaza, calificado como genocidio por las principales organizaciones internacionales.
Pedro Sánchez y Keir Starmer en Dowing Street. / Bloomberg
“Es cierto que, dentro de la Unión Europea, hay países que están divididos en cuanto a cómo influir en Israel. Pero, en mi opinión, esto es inaceptable y no podemos seguir así si queremos aumentar nuestra credibilidad en otras crisis, como la que estamos viviendo en Ucrania”, ha asegurado Sánchez en una entrevista en el diario ‘The Guardian’ publicada poco antes del encuentro en Downing Street. “Las raíces de estas guerras son completamente diferentes, pero, al fin y al cabo, el mundo mira a la UE y también a la sociedad occidental y se pregunta: ¿Por qué aplicáis un doble rasero cuando se trata de Ucrania y cuando se trata de Gaza?”. Sánchez confía en que su mensaje llegue con más fuerza también en el Reino Unido, cuyo Gobierno ya ha anunciado su intención de reconocer el Estado Palestino este mismo mes.
Tanto Sánchez como Starmer, dos de los pocos líderes socialdemócratas que quedan en Europa, han mostrado su compromiso con la transición energética y la lucha contra el cambio climático, un asunto que ha abierto una ventana de oportunidades de negocio para los dos países. Su convergencia en esta materia, sin embargo, contrasta con posiciones más enfrentadas en asuntos, como la inmigración. Starmer ha puesto en marcha una serie de medidas para frenar las llegadas irregulares al Reino Unido, mientras que el presidente español ha defendido el papel de la inmigración en el desarrollo económico y social de España.
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